
Todo muy bien con eso de querer estar en Internet con tu negocio. Pero en el Perú hay muchas empresas que se han animado a hacer algo en Internet. Lástima que no le han puesto como se dice «punche». Por el contrario muchas de ellas han abandonado sus intentos incluso dejándolos por allí en la web con su nombre de marca sin enterarse del daño progresivo que eso puede provocar.
La cantidad de páginas de Facebook abandonadas son silenciosos testimonios de la simple curiosidad más que el ímpetu fugaz del emprendedor.
Las páginas web abandonadas también son huérfanas del deseo de crecer de quién pago quizá algo significativo para tener un sitio web creyendo que el simple hecho de estar en la web hoy le representa algo.