En el 2011 trascendió una noticia debido a su inusual toque de humor que se desprendió del solo titular. Los titulares giraban en torno a que el Vaticano habría comprado un dominio con la extensión .xxx Esto por supuesto era sorprendente pero todo obedecía obviamente a la santa intención de evitar que se utilice para fines pornográficos. Aunque no lo creas, esa es una lección para cuidar nuestro dominio.pe.
¿Son estas las mismas razones por las que debemos registrar un dominio de nuestro proyecto?. No vamos a exagerar pero nos sirve para explicar un poco cómo se puede llegar a proteger nuestro nombre en internet. Nos referimos a hacernos dueños de nuestro nombre. ¿Cuán importante es el tiempo? Muy importante. Más allá de crear en usted estimado lector, una urgencia de compra, la realidad es que quisiéramos compartir a modo de lección lo que pasó con quien escribe este post.
En Internet nuestro nombre, puede que no sea nuestro. No es broma. Esta fue una lección. Hace algunos años quise registrar mi nombre con un .com.pe para hacer personal branding (marca personal) y descubrí que no estaba disponible. Es cierto. Existen los homónimos pero es frustrante no poder ser dueño de mi propio nombre en internet. Quizá si lo hubiera registrado hace algún tiempo, no tendría este problema. Ahora vengo haciendo todas las combinaciones posibles para registrar mi nombre y no encuentro ninguna que tenga un color comercial, por así decirlo. Espero que no tengas que pasar por ello.
Por otro lado ¿Qué ocurre cuando tenemos un dominio .Com? ¿Puede proteger nuestro nombre para el .pe? Lógicamente que no. Para poder estar tranquilo sobre nuestro dominio .pe hay que registrarlo .PE No existe otra alternativa para asegurarnos que nadie obtendrá esa denominación. Si ya has venido trabajando con un .Com y quieres adquirir un .com.pe el tiempo puede ser la diferencia entre tú y alguien más.
Por ello el vaticano aquella vez registró vatican.com y no fue el único en cuidar su nombre. Cuando Icann lanzó a la venta la extensión .xxx muchas marcas como Coca Cola empezaron a cuidar sus marcas. En Perú la práctica no puede ser distinta. Somos uno de los países cuyo crecimiento en internet es notable. Según comScore somos el país con mayor cantidad de horas por internauta en Latinoamérica, lo que pronto provocará que cada vez más negocios y proyectos estén a la caza de la enorme cantidad de gente y horas que éstas están conectadas para vincularse con su público.
Por ello la pregunta es ¿Ya es dueño (a) de su propio nombre?