Hay ajustes que puedes hacer en tu negocio que no impactan directamente en el consumidor.
Por ejemplo, definir un diferente modo de reportar clientes satisfechos e insatifechechos dentro de tu empresa.
Estamos poniendo sólo un ejemplo. Existen diversas tareas dentro de tu empresa que sirven directamente a que mejores procesos o facilites la tarea de quienes trabajan para ti y que indirectamente esto puede fortalecer tu marca y mejorar la experiencia del cliente.
Pero existen otras que impactan directamente en el cliente y vamos a ver cuáles son.
1. Marketing por correo electrónico individualizado.
Conocer la personalidad de cliente ideal y adaptar el contenido de marketing de manera adecuada es importante para todas las empresas.
Pero es particularmente importante para un negocio porque necesitará una tasa de conversión más alta para asegurarse de que no está gastando demasiado en la adquisición de clientes, trabajando como está sin una plataforma que genere tráfico orgánico.
El correo electrónico sigue siendo el canal de marketing de mayor conversión , y debe aprovecharlo.
Sin embargo, revisa tu lista de correos electrónicos y segméntalos ampliamente para que puedas enviar correos electrónicos a clientes que sean específicos para cada punto de tu embudo de ventas.
No es lo mimso hablarle al que apenas te acaba de conocer que al cliente que te compra toda la vida.
Por ello debes indentificar y segmentarlo por etapas de tu embudo de ventas. Es decir, a quien te acaba de conocer, a quien te solicitó más información, a quien te compra por primera vez, aquien aún no te compra pese a haber tenido toda la información y quien ya adoptó tu producto. Todos estos públicos están en diversas etapas del embudo de ventas y conviene ofrecer mensajes diferentes.
2. Sirve a tu cliente para convertirlos en publicidad voluntaria
El servicio al cliente también es crucial porque si se realiza correctamente, puede ayudarte a transformar a tus clientes en evangelistas que ayudarán a difundir su marca.
El proceso de servicio al cliente comienza cuando las personas preguntan sobre tus productos y se extiende mucho después de que completan una compra.
En cada uno de esos puntos de contacto, debe haber un miembro del personal altamente capacitado que brindará una gran experiencia al cliente y ayudará a construir tu lealtad de esa manera.
Es importante seleccionar personas con grandes temperamentos y que tengan la experiencia requerida, para asegurarse de que incluso cuando las interacciones se deterioran (y lo harán), puede manejar la situación de manera efectiva para calmarla y alcanzar un resultado positivo.
3. Arregla tu logística
Una de las formas en que las marcas más grandes y establecidas pueden mantener su cuota de mercado es asegurando a los clientes que recibirán tus productos rápidamente y en buenas condiciones.
Como marca, es posible que no tengas un sistema logístico tan extenso como las compañías establecidas, pero ser más pequeño puede significar que serás más ágil y capaz de adaptarte a nuevas situaciones.
4. Agilizar el proceso de compra
El proceso de compra desde tu sitio web debe ser lo más sencillo posible.
Varios estudios han demostrado que cuantos menos obstáculos tenga una persona para tomar una acción, más probabilidades tendrá de hacerlo.
Warby Parker es un buen ejemplo de esto. En lugar de hacer que los clientes se realicen un examen de la vista, seleccionando un par de anteojos en una tienda y esperando semanas para recibirlo, agilizan el proceso con su sistema de paquetes de «prueba en casa» que les permite recibir cinco pares por correo gratis antes de realizar una compra final.
Eso marcó una gran diferencia en la experiencia del cliente e impulsó su crecimiento exponencialmente.
Puede que no sea igualmente aplicable dependiendo de lo que estés vendiendo, pero pasar un tiempo para encontrar un enfoque de compra igualmente innovador sería excelente para tu negocio.
5. Construye una comunidad
Las mejores marcas son aquellas que tienen una historia que los clientes pueden reconocer y conectarse fácilmente, y también tienen una comunidad de personas de ideas afines que conducen la conversación sobre los productos.
Crear una comunidad lleva tiempo, pero puede comenzar asegurándose de tener una filosofía de marca clara y consistente que se refleje en todos sus canales de comercialización y en todas las interacciones con los clientes.
Descubrirás que más personas que comparten esos valores se sentirán atraídas por tu marca (siguiéndola en las redes sociales, por ejemplo) y luego podrás comenzar a facilitar la comunicación utilizando cosas como desafíos de las redes sociales, contenido generado por el cliente y agresivo. marketing de contenidos, etc.
Mientras te aseguras de que el compromiso se genere hacia tu negocio, concéntrate en permitir que las conversaciones tengan lugar orgánicamente.
A medida que crezca la participación, tu marca y el resultado final también se verán impulsados.