«Internet se ha convertido en una fuerza determinante en el crecimiento económico y la creación de empleo en todo el mundo»
Dijo Fadi Chehade, presidente y director ejecutivo de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números de Internet (ICANN), que estuvo a cargo de un informe internacional, publicado en enero de este año, del BCG (Boston Colsulting Group) que titula “Greasing the Wheels of the Internet Economy” (algo así como “engrasando las ruedas de la economía de Internet”), el cual analiza las restricciones que se les presentan a los países frente al uso de Internet y cómo eso impacta a sus economías.
Si bien el Perú ha crecido en el uso de Internet respecto a una década atrás y según otros estudios se está dando un crecimiento más acelerado, Perú está calificado en el puesto 60, de 65 países estudiados según este reporte. Existen aún obstáculos pero también alternativas para el comercio electrónico en Perú aunque de momento haya mucho por hacer.
Pues a pesar que en el Perú existen marcas, que van desde una serie de emprendimientos sobre Internet hasta sitios web de alta gama, esto no es suficiente para alejarnos de la situación actual en la que nos vemos retrasados respecto a Latinoamérica y el mundo. Somos los últimos del salón de clases, los alumnos Panamá (34), Chile (41), Argentina (49), México (51), Brasil (52), Venezuela (55) y Colombia (56) están mejor calificados. Cabe señalar, aunque la medida sea referencial, que para Google también somos los últimos (usuarios de Internet respecto a población total).
Enfocándonos en el comercio electrónico en Perú, existen dos aspectos cuya situación actual requiere una pronta solución para mejorar la participación de este sector:
Primero, las empresas que realizan venta online aún no logran conciliar con facilidad sus procedimientos de venta, a través de su web, con el pago en línea provisto por los proveedores de pagos digitales.
Segundo, el usuario peruano aún teme realizar transacciones que involucren transferencia directa de dinero y manejo de sus datos personales.
El segundo punto quizás sea más difícil de tratar, ya que involucra un cambio en la mentalidad del usuario. Por lo general la gente tiende a pensar que su información personal puede usarse para otros fines no autorizados o hasta delincuenciales. Además, hay muchas dudas en cómo se hará la entrega de un determinado producto, es decir, al cliente se le pasan por la cabeza preguntas como ¿Qué pasa si pago y no llega? ¿y si llega fallado? ¿llegará a tiempo? ¿mejor voy a la tienda?. Los peruanos aún estamos acostumbrados al trato personal cuando comerciamos.
Algunas soluciones paliativas se han implementado para mitigar estos obstáculos como el hacer pagos por internet sin el uso de tarjetas de crédito o débito, ya sea con pagos a contra entrega o transferencias bancarias.
No sólo estamos involucrados los usuarios de Internet en realizar estos cambios de mentalidad sino que el estado, con la mejora continua de la infraestructura, y la comunidad empresarial, con la creación y promoción de un ambiente seguro de intercambio comercial digital, deberían darle mayor empuje a este sector por ser, como lo mostró el reporte del BCG, un motor más para impulsar la economía del país.