El Perú ha vivido en los últimos años una explosión de emprendimientos al nivel de micro y pequeña empresa así como la inyección de grandes inversiones corporativas. Un buen número de las iniciativas de negocio de las Pymes se han constituido a partir de una estructura familiar.
Estas familias se han lanzado al ruedo productivo motivadas por la búsqueda de un ahorro en los costos de mano de obra, metas comunes, ganancias conjuntas y riesgos asumidos en forma grupal. Aunque aún hay temas que generan conflictos, como las remuneraciones, cargos y la sucesión de la empresa entre familiares, la empresa familiar se avizora como un motor importante en el crecimiento económico del país.
Pero a diferencia de familias que iniciaron un negocio hace más una década, el emprendimiento familiar de hoy están considerando el factor tecnológico como uno clave en el desarrollo de su empresa y como una palanca para el éxito que anhelan alcanzar. Esto se debe a la difusión del mayor impacto que están teniendo las tecnologías de información y comunicación, en especial Internet y la tecnología móvil, en la sociedad y la economía del país.
Según los resultados de la «Encuesta de negocios familiares 2014«, elaborada a nivel mundial por PricewaterhouseCooper (PwC) que este año incluyó al Perú, el 70% de las empresas familiares del país ha considerado el tema de la innovación como vital dentro de los 5 siguientes años y cuatro de cada cinco empresas peruanas (80%) ve como una necesidad el hacer los reajustes requeridos para desenvolverse en un mundo digital.
Bartolomé Ríos, socio de consultoría de PwC, afirma que estos estudios permiten concluir que las empresas familiares tienen ya claramente establecido que los avances tecnológicos, y en especial lo relacionado al mundo digital, van a jugar un papel trascendental en la puesta en marcha o transformación de sus negocios hacia resultados positivos.
Este estudio refleja además, que las empresas peruanas consideran que la atracción de talento, la profesionalización y tecnificación serán también las principales tendencias y prioridades para los próximos cinco años.
Esta noción de tomar en cuenta a la tecnología, atracción de talento y profesionalización, se origina muy probablemente de la influencia de miembros de la familia pertenecientes a la generación del milenio (millenials), jóvenes entre 18 y 30 años, quienes entusiastas por los emprendimientos y optimistas por su futuro y el de su familia, toman muy en serio la tecnología y la formación.
La idea común que esta nueva generación comparte, es que el uso extendido de la tecnología móvil está y estará presente con mayor intensidad en el futuro próximo. Esta generación cuenta, en alrededor del 80%, con un smartphone y aproximadamente un 45% posee una tablet. La mayoría utiliza la tecnología móvil a diario, para enviar mensajes de texto, realizar llamadas y acceder a las redes sociales. La tecnología móvil ha transformado la forma en que trabajan, cómo acceden a las noticias, a la educación y a la investigación.
Bajo este contexto familiar, una conjunción de la experiencia de las generaciones anteriores así como del ímpetu y mejor acondicionamiento a las nuevas tecnologías de la nueva generación, posibilitarán acrecentar las oportunidades de éxito de un nuevo emprendimiento. Las probabilidades de un desarrollo exitoso se diluyen para una organización familiar que empiece un negocio sin considerar su participación activa en el mundo de Internet.
La plataforma de Internet les abre una serie de oportunidades que del modo convencional no podrían acceder sin conllevar un enorme empleo de recursos tanto en equipamiento, personal, tiempo y dinero.
Sólo para dar un ejemplo, tenemos el caso de las campañas de marketing, las que, de desarrollarse al 100% de forma tradicional, acarrearían un costo que quizás sea demasiado para iniciar las actividades, mientras que, del modo digital, podrían ser más asequibles e incluso mejor focalizados al mercado deseado.
Aunque sea de forma primigenia, como vitrina para darse a conocer como negocio y mostrar sus productos o servicios, los negocios familiares encontrarán un camino más promisorio si planifican utilizar Internet como parte inherente a su vida empresarial y que poco a poco enriquezcan con más componentes tecnológico-digitales que le brinden un mejor soporte a su actividad.
La empresas familiares deben calzarse los “patines” de Internet (por lo poco costosos pero que movilizan muy bien) para ir en esa ansiada búsqueda de hacer que su emprendimiento, finalmente, funcione.